En conversación telefónica con el diputado indígena, Arcadio Montiel, se discutieron algunos aspectos de la reforma constitucional, sobre todo los que tienen que ver con la posición de su partido político, Podemos, que apoya al presidente Hugo Chávez pero se ha desmarcado del procedimiento de la Asamblea para aprobar la reforma.

La situación ha llegado a un punto de tensión tal que los diputados de Podemos no están votando por la aprobación de ningún artículo hasta que introduzcan su reclamo de ilegitimidad del proceso ante el Tribunal Supremo de Justicia. Ante la ola de brazos levantados aprobando artículos sin parar, los diputados de Podemos siguen salvando el voto.

El diputado Montiel dijo que decidieron hacerlo porque por esta vía "vamos a un fraude constitucional", por lo que no se están pronunciando sobre los contenidos sino por la forma en que se incluyeron nuevos artículos que no habían sido modificados por el Presidente.
El diputado zuliano relató que hay niveles de intolerancia exacerbados en la asamblea, donde las discusiones se centran en lo político partidista e ideológico, fuera de tono, en la que incluso por mostrar su posición disidente ante la plenaria, otros parlamentarios pidieron que se les vetara el derecho de palabra a ellos, como una imposición de la mayoría. Montiel asegura que la consulta con el pueblo en las asambleas de calle "fue puro teatro", porque lo que recogido por la Sala Situacional fue bastante bueno, pero fueron contenidos y observaciones hechas por el pueblo y no incluidas en el discurso de los diputados ante el país.

Al final, se le agregaron los 25 nuevos artículos.
Estos 25 artículos extra, que ya están siendo aprobados junto a los anteriores en la tercera y última discusión no pasaron por las dos primeras discusiones en la asamblea. En ese sentido Montiel considera que "se saltaron el procedimiento" y se genera una situación en la cual hay dos propuestas de reformas constitucionales: una hecha por el Presidente y otra sumada por la Asamblea bajo el argumento de que surgieron en sus discusiones de calle con el pueblo, sin mostrar los procedimientos de selección.
Sobre la posición política del partido, Arcadio Montiel aclaró que están comprometidos con la revolución, pero su lucha actual es reconocer mayor poder y participación para el pueblo, sobre todo en la construcción de este nuevo proyecto social. Denuncia una especie de trampa para empujarlos a llenar el vacío de oposición al Presidente, sin embargo han mantenido su postura socialista para apoyarlo sin el estilo de "sonreírle al jefe".


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